VALORACIÓN INICIAL
La finalidad de la valoración es orientar sobre la propuesta de escolarización más adecuada para el alumno/a, teniendo en cuenta sus características y necesidades educativas, por lo que es conveniente que esta valoración se lleve a cabo lo antes posible.
El proceso de valoración consta de estos cuatro apartados:
1. Historia escolar del alumno/a.
2. Contexto Socio-familiar.
3. Observación de habilidades y destrezas
4. Propuesta de escolarización
Para recoger esta información nos puede servir este modelo de entrevista.
1. Historia escolar:
Necesitamos conocer la escolarización previa de nuestro alumno/a, así como aspectos relevantes que puedan condicionar su escolarización actual, siempre con la finalidad de proponer medidas educativas que favorezcan su éxito personal y educativo. A la vez, les proporcionamos información básica sobre nuestro sistema educativo y las fórmulas de participación y colaboración que van a encontrar en el centro educativo.
2. Contexto socio-familiar
Para conocer al alumno/a necesitamos acercarnos a su contexto familiar, el tiempo que llevan en España, el nivel de conocimiento del municipio y sus recursos, la red social de la que disponen, sus preocupaciones e intereses…para ofrecer la información educativa, social, sanitaria, cultural y deportiva que precisen.
3. Observación de habilidades y destrezas
Se trata de hacer una observación de destrezas, habilidades y estrategias del alumno/a que se consideren significativas para poder ofrecer información relevante al centro educativo de referencia, de cara a tomar medidas educativas que favorezcan la integración del alumno, tanto a nivel curricular como personal y social. La atención se centra, por ello, en las competencias instrumentales: comunicativas y matemáticas, ampliando la observación, en la medida de lo posible, también a otras destrezas escolares (manejo del ordenador, mapas, diccionarios o fuentes de consulta) así como el grado de desarrollo de sus técnicas de trabajo intelectual. Debemos ofrecer la oportunidad al alumno/a de demostrar aquello que es capaz de hacer, pero también aquello que es capaz de aprender.
La valoración de las competencias matemática y comunicativa se plantea como una clase en la que se observan sobre todo contenidos procedimentales, y durante la cual se ofrecen puentes al alumno/a para que demuestre en qué es competente, cómo asimila el input, con qué estrategias se enfrenta a la adquisición de éste, cómo infiere significados y accede al sentido, una vez que le hemos facilitado el acceso lingüístico proporcionándole toda la ayuda necesaria -aclaraciones, gráficos, fotografías, dibujos, diccionario, etc.-, qué reacción tiene ante la ayuda, el modo en que se enfrenta a la tarea, etc. Todo ello nos ayudará a prever el grado de desenvolvimiento que pueda tener el alumno/a en el nuevo sistema educativo.
NO SE TRATA DE:
COMPETENCIA COMUNICATIVA:
DESCRIPTORES del Marco Común Europeo de Referencia de las Lenguas.
Descriptores de objetivos lingüísticos (basados en el MCERL).
MODELOS DE PRUEBAS:
ALUMNADO NO HISPANOHABLANTE:
Recursos del CAREI.
ALUMNADO HISPANOHABLANTE:
Se trata de establecer la competencia lingüística del alumno/a teniendo en cuenta las cinco destrezas lingüísticas: hablar, escuchar, interactuar, leer y escribir, teniendo en cuenta la modalidad de español hablada por el alumno/a.
Pruebas: sirve como modelo cualquier prueba tomada de manuales o materiales de refuerzo de los diferentes niveles de Primaria y ESO que planteen variadas actividades escritas y orales encaminadas a valorar las diferentes destrezas. Habría que incluir, por ejemplo, las siguientes actividades: lectura comprensiva, comprensión de instrucciones sencillas de trabajo, entrevista oral, composición escrita, ordenación de párrafos de un texto, sustitución de palabras por sinónimos y antónimos, definición oral y escrita de conceptos, consulta del significado de palabras en el diccionario, subrayado de un texto expositivo, redacción de resúmenes y elaboración de esquemas.
4. Propuesta de escolarización: criterios y orientaciones
Con toda la información del alumno y la familia, que queda recogida en un informe que formará parte del expediente del alumno, se realiza una propuesta de escolarización en el curso que se considera más adecuado para el alumno/a, tomando como criterio fundamental la edad, aunque considerando además otros criterios como:
Este informe es entregado al Coordinador de Interculturalidad del centro de referencia del alumno, o al Jefe de Estudios, al Tutor/a y al Orientador, en aquellos casos en que no haya coordinador.
En dicho informe se incluyen orientaciones sobre las medidas educativas consideradas más adecuadas para trabajar con el alumno y su familia desde el centro educativo, para tratar de garantizar su éxito educativo, personal y social.
El proceso de valoración consta de estos cuatro apartados:
1. Historia escolar del alumno/a.
2. Contexto Socio-familiar.
3. Observación de habilidades y destrezas
4. Propuesta de escolarización
Para recoger esta información nos puede servir este modelo de entrevista.
1. Historia escolar:
Necesitamos conocer la escolarización previa de nuestro alumno/a, así como aspectos relevantes que puedan condicionar su escolarización actual, siempre con la finalidad de proponer medidas educativas que favorezcan su éxito personal y educativo. A la vez, les proporcionamos información básica sobre nuestro sistema educativo y las fórmulas de participación y colaboración que van a encontrar en el centro educativo.
2. Contexto socio-familiar
Para conocer al alumno/a necesitamos acercarnos a su contexto familiar, el tiempo que llevan en España, el nivel de conocimiento del municipio y sus recursos, la red social de la que disponen, sus preocupaciones e intereses…para ofrecer la información educativa, social, sanitaria, cultural y deportiva que precisen.
3. Observación de habilidades y destrezas
Se trata de hacer una observación de destrezas, habilidades y estrategias del alumno/a que se consideren significativas para poder ofrecer información relevante al centro educativo de referencia, de cara a tomar medidas educativas que favorezcan la integración del alumno, tanto a nivel curricular como personal y social. La atención se centra, por ello, en las competencias instrumentales: comunicativas y matemáticas, ampliando la observación, en la medida de lo posible, también a otras destrezas escolares (manejo del ordenador, mapas, diccionarios o fuentes de consulta) así como el grado de desarrollo de sus técnicas de trabajo intelectual. Debemos ofrecer la oportunidad al alumno/a de demostrar aquello que es capaz de hacer, pero también aquello que es capaz de aprender.
La valoración de las competencias matemática y comunicativa se plantea como una clase en la que se observan sobre todo contenidos procedimentales, y durante la cual se ofrecen puentes al alumno/a para que demuestre en qué es competente, cómo asimila el input, con qué estrategias se enfrenta a la adquisición de éste, cómo infiere significados y accede al sentido, una vez que le hemos facilitado el acceso lingüístico proporcionándole toda la ayuda necesaria -aclaraciones, gráficos, fotografías, dibujos, diccionario, etc.-, qué reacción tiene ante la ayuda, el modo en que se enfrenta a la tarea, etc. Todo ello nos ayudará a prever el grado de desenvolvimiento que pueda tener el alumno/a en el nuevo sistema educativo.
NO SE TRATA DE:
- Un examen
- Una prueba de nivel de competencia curricular.
- Un recuento de los contenidos conceptuales que domina
COMPETENCIA COMUNICATIVA:
- Se trata de facilitarle, mediante una sencilla prueba, que demuestre:
- Lo que es capaz de hacer: en qué es competente, no en la Lengua Nueva, cuyo conocimiento quizá está iniciando, sino en su propia lengua. Para ello no es necesario que nosotros/as la conozcamos, puede ayudarnos utilizar una prueba traducida (os podemos facilitar desde el ADI sencillas pruebas traducidas a varios idiomas), mucho apoyo visual, etc. , o contar con las mediadoras en caso de que el alumno/a hable ruso, rumano, chino o árabe.
- Y lo que es capaz de aprender: con qué estrategias se enfrenta a la adquisición de la nueva lengua, cómo asimila lo nuevo, cómo accede al sentido de un texto sencillo una vez que le hemos facilitado el acceso proporcionándole toda la ayuda necesaria.
DESCRIPTORES del Marco Común Europeo de Referencia de las Lenguas.
Descriptores de objetivos lingüísticos (basados en el MCERL).
MODELOS DE PRUEBAS:
ALUMNADO NO HISPANOHABLANTE:
- Competencia en L1:
- Competencia en L2:
Recursos del CAREI.
ALUMNADO HISPANOHABLANTE:
Se trata de establecer la competencia lingüística del alumno/a teniendo en cuenta las cinco destrezas lingüísticas: hablar, escuchar, interactuar, leer y escribir, teniendo en cuenta la modalidad de español hablada por el alumno/a.
Pruebas: sirve como modelo cualquier prueba tomada de manuales o materiales de refuerzo de los diferentes niveles de Primaria y ESO que planteen variadas actividades escritas y orales encaminadas a valorar las diferentes destrezas. Habría que incluir, por ejemplo, las siguientes actividades: lectura comprensiva, comprensión de instrucciones sencillas de trabajo, entrevista oral, composición escrita, ordenación de párrafos de un texto, sustitución de palabras por sinónimos y antónimos, definición oral y escrita de conceptos, consulta del significado de palabras en el diccionario, subrayado de un texto expositivo, redacción de resúmenes y elaboración de esquemas.
4. Propuesta de escolarización: criterios y orientaciones
Con toda la información del alumno y la familia, que queda recogida en un informe que formará parte del expediente del alumno, se realiza una propuesta de escolarización en el curso que se considera más adecuado para el alumno/a, tomando como criterio fundamental la edad, aunque considerando además otros criterios como:
- Su historia escolar.
- El itinerario que puede realizar en nuestro sistema educativo.
- Momento del curso en que llega.
- Sus destrezas.
- Sus expectativas.
Este informe es entregado al Coordinador de Interculturalidad del centro de referencia del alumno, o al Jefe de Estudios, al Tutor/a y al Orientador, en aquellos casos en que no haya coordinador.
En dicho informe se incluyen orientaciones sobre las medidas educativas consideradas más adecuadas para trabajar con el alumno y su familia desde el centro educativo, para tratar de garantizar su éxito educativo, personal y social.